1ª REUNIÓN DE PADRES EN EDUCACIÓN INFANTIL

En esta 1º Reunión con los padres al inicio de curso, debemos tener en cuenta que para muchos será la primera vez que dejen a su pequeñ@, de modo que es muy importante transmitirles seguridad y confianza.

El principal miedo surge por el desconocimiento de los progenitores sobre cómo se trabaja en las escuelas infantiles. Estas son algunas recomendaciones a tener en cuenta por parte de los padres.

Nosotros como educadores podemos destacar algunas de ellas en nuestra primera reunion, de este modo podremos explicarles y resolverles algunas dudas.

  1. Estar convencidos de la decisión. La escolarización de los niños de 0 a 3 años no es obligatoria así que los padres deben meditar bien la decisión sobre si quieren llevar a los niños a la escuela infantil o no. En este sentido, Uncala señala que las familias deben ver las escuelas autorizadas «como centros abiertos al descubrimiento y aprendizaje de los más pequeños, con profesionales titulados bien cualificados para atender todas las necesidades de los pequeños, tanto afectivas, biológicas como cognitivas».                                                            «Es importante que no nos vean como rivales del cariño y afecto de los niños, sino que estamos para ayudarles en el proceso de crianza de sus hijos donde ellos son los protagonistas», añade Uncala, quien además dirige varios de estos centros educativos. La representante de la asociación AEIOU defiende razones para que los niños acudan a las escuelas infantiles que van más allá de la conciliación. «Hay que poner en valor la función de estos centros; la escuela infantil aporta beneficios a los niños, compensa desigualdades y cuenta con profesionales que atienden las necesidades y diversidades de los menores», dice.
  2. Preparar al niño con antelación. Unos días antes de llevar al niño a la escuela, empezar a hablarle en positivo sobre ella. «Es bueno decirles que allí van a pasárselo bien, que van a hacer amigos y a jugar; si es posible, acercarles a la guardería para que la vean desde fuera», señala Silvia López, gerente de un grupo de escuelas infantiles. Además, López también recomienda empezar unos días antes a establecer ya una rutina de horarios de comidas y sueños que sean «menos de vacaciones y más parecidos a los que van a tener durante el curso».
  3. Si se puede, realizar la adaptación. Las escuelas infantiles establecen durante las primeras semanas un periodo de adaptación para que el niño se acostumbre poco a poco a los compañeros, las maestras y el entorno, e ir aumentando el tiempo de estancia paulatinamente. «Nosotros recomendamos, si se puede, no llevar más de dos horas al niño a clase y que la persona que le lleva a la guardería sea la misma que le recoge a la salida, porque eso les hace sentir más seguros», indica López.

Eso no quiere decir que, si los padres no pueden hacer la adaptación, los niños no puedan permanecer en el horario completo,  Los centros tienen profesionales que van a atenderlos y calmarles, aunque no es lo recomendable cuando son alumnos de primera matrícula, es decir, que no han acudido anteriormente a la escuela infantil. También se recomienda ser constantes en la asistencia y horarios, es decir, no empezar dos días y dejar de llevarlo al tercero, porque así el niño tardará más en aclimatarse.

Para aquellos alumn@s que no tienen más remedio que realizar el horario completo incluso en los primeros días de clase, las escuelas infantiles pueden recurrir a otros métodos de adaptación como por ejemplo, pedir a los padres cartas de presentación de sus hijos para ir conociendo con antelación sus gustos y preferencias y de esta forma acercarse mejor al niño en los primeros días.

4. Llevar un objeto querido. En niños tan pequeños, es bueno que lleven a la escuela algún objeto al que le tengan especial apego para que se tranquilicen. Puede ser su muñeco favorito, un peluche, mantita o almohada. Cualquier cosa para sentirse seguros.

5. Posponer cualquier cambio importante. No es buena idea hacer coincidir el inicio de las clases con quitar el chupete o el pañal. No hay que correr y querer hacerles madurar de golpe, cada cosa a su tiempo.

6. Despedidas cortas en la puerta. Al llevar a los pequeños al centro, evitar alargar las despedidas y dar opción a que el niño se vuelva y pueda echarse a llorar, lo más temido por los progenitores. «Los padres no deben transmitir miedo o inseguridad a los niños, una vez que han tomado la decisión de que van a llevar a sus hijos a la escuela infantil, deben verlo como algo normal y no sentirse culpables por ello», dice López.

7. Lo que no debe faltar en la mochila. Durante los primeros días, en la mayoría de las escuelas infantiles se pide que los niños lleven una mochila con una muda completa de ropa limpia (mejor si va marcada para evitar pérdidas); además, llevarán –si los usan- chupete y biberón y un kit de higiene (pañales, crema de cambio y toallitas). Esto incluye el biberón con agua o una botellita con su nombre. Pasados los primeros días, lo habitual es que los padres dejen estos artículos directamente en el centro, para evitar tener que llevar mochila o bolsa a diario.

8. Ropa cómoda. Los niños van a la escuela infantil a aprender y a jugar, con lo que deben llevar ropa que les permita moverse. Aquí entran en lidia los uniformes. En los centros conveniados no son obligatorios, pero muchos los recomiendan porque estiman que son más cómodos para los niños y facilitan la labor de sus trabajadores, así como ropa que facilite el cambio del pañal en caso de que sea necesario.

9. Paciencia y mucha comunicación. Los llantos, lo más temido por los padres, son cosa de unos pocos días. Para ello es fundamental hacer un buen periodo de adaptación y seguir las indicaciones del profesional. Hay que tener paciencia para que los niños creen vínculos afectivos con sus ‘seños’ y para ello ayuda mucho que sientan la tranquilidad de sus padres.

En este punto, la comunicación de la familia con la escuela puede ser de gran ayuda, tanto directa como a través de las nuevas tecnologías. Hoy en día existen aplicaciones móviles –que sustituyen a las antiguas agendas- que facilitan un contacto continuo sobre cosas básicas como alimentación, sueño, deposiciones… así como la posibilidad de recibir fotos o vídeos de lo que hacen en clase. Además, el contacto diario en la puerta con los profesionales y la posibilidad de concertar tutorías con los profesores también pueden ser útiles para resolver las dudas que surjan.

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